Un alto a la vinculación o reclutamiento de niños, niñas y adolescentes a los conflictos armados.
Hace 22 años -exactamente el 12 de febrero de 2002- entró en vigor el “Protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño Relativo a la Participación de Niños en los Conflictos Armados”. Este Protocolo obliga a los Estados a prevenir el reclutamiento de niñas y niños por grupos armados y atender a quienes hayan sido víctimas de este crimen de guerra.
Por tal motivo, el 12 de febrero de cada año, se realiza a nivel mundial el Día de las Manos Rojas, símbolo de un alto a la vinculación o reclutamiento de niños, niñas y adolescentes a los conflictos armados. En esta fecha, diversas personas y organizaciones se unen para alzar su voz en contra de tales hechos.
La vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes en los conflictos armados son constantes en el mundo. Conflictos iniciados por adultos que disputan sus intereses en el marco de sistemas socioeconómicos que solo velan por el beneficio de unos pocos y llevan a la marginalización de la gran mayoría, dejándola en un permanente estado de vulnerabilidad que afecta más profundamente a los niños, niñas y adolescentes.
En contextos de conflictos armados, niños, niñas y adolescentes pueden morir o ser heridos, sufrir reclutamiento, desplazamiento, orfandad, discapacitación, explotación. Así lo señala la organización Humanium: “Más de un millón de niños han muerto en los últimos diez años como resultado de guerras comenzadas por adultos, bien por ser objetivos civiles o muertos en combate como niños soldados.”
Desde el inicio de la ofensiva militar israelí contra Palestina, han muerto 10 mil niños y niñas, y hay miles más que están desaparecidos, probablemente sepultados bajo escombros.
En Colombia, de acuerdo con un estudio sobre reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, se concluyó que desde 2013 a 2022 se registraron 2.181 niños, niñas y adolescentes víctimas de reclutamiento, atendidos por el Programa de Atención Especializada del ICBF. Por su parte, el Observatorio Niñez y Conflicto Armado -ONCA- menciona que en 2020 se vieron afectados aproximadamente 222 niñas, niños y adolescentes a causa del uso y reclutamiento por parte de actores armados en el territorio nacional.
Otros informes de derechos humanos, dan cuenta que, en el territorio indígena que compone la Çxhab Wala Kiwe (Norte del Cauca), desde 2019 a 2022, se han registrado 521 casos de vinculación o reclutamiento de niños, niñas y adolescentes a grupos armados. Según el Informe de Desarmonías Territoriales en la Zona Norte del Departamento del Cauca, las estrategias que se han identificado para el reclutamiento forzado son: recompensa económica, enamoramiento, presunta generación de amistad, utilización para la comercialización de sustancias psicoactivas, familiar vinculado al grupo armado.
En muchos de los contextos en los que viven niños, niñas y adolescentes no hay garantía de cumplimiento de sus derechos básicos como acceso a la educación, protección, salud, recreación o a vivir con sus familias y en hogares sin violencia. Estas situaciones aumentan su vulnerabilidad y el riesgo de ser reclutados o utilizados por los grupos armados organizados.
En Colombia diversas asociaciones, movimientos, colectivos y organizaciones, como Taller Abierto, venimos gestando procesos en la prevención, protección, cuidado y promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que viven en medio del conflicto armado en Colombia. El objetivo es alcanzar las garantías plenas y goce efectivo de sus derechos.