Frase de jóvenes partícipes de los espacios de formación con Taller Abierto en promoción de liderazgo, participación política, derechos humanos y de prevención de violencias para la cultura de paz. Una frase que surge a partir de identificar que la paz no solo es la terminación de un conflicto entre un grupo armado y el Estado colombiano.
La frase construida con diversas miradas de los jóvenes de diferentes territorios urbanos como rurales del Valle del Cauca y el Cauca hace un llamado a la reflexión donde la paz es más que la terminación de un conflicto, esta se debe pasar desde el sentir, el amar, respetar, perdonar y siempre mantener la esperanza de poder vivir en paz y con dignidad.
En la historia de Colombia, se ha hecho 12 los intentos de firmar la paz entre grupos armados y el Estado colombiano, algunos culminaron con la dejación de las armas de algunos grupos armados, podemos recordar el acuerdo con el M19, Quintín Lame, AUC, FARC EP, entre otros, pero al hacer una radiografía histórica y presente, se evidencia que se finalizó la confrontación con x o y grupo armado, pero la violencia, inequidades y vulneraciones continúan con las poblaciones populares, tanto urbanas como rurales, eso hace identificar que “la paz no solo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un proceso positivo, dinámico y participativo en el que se promueva el diálogo y se resuelvan los conflictos con espíritu de entendimiento y cooperación mutuo”
Contexto en Colombia:
La ausencia de paz en los territorios significa que la población colombiana no ha podido ejercer sus derechos en plenitud, como lo dice el artículo 11 de la Constitución colombiana, “el derecho a la vida es inviolable”, así mismo “El artículo 22 menciona que “la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento” estos son derechos fundamentales de los colombianos, pero así mismo el derecho a la salud, educación o alimentación son vulnerados, podemos ser testigos cuando a las afueras de EPS u IPS desde la madrugada hay gente que sale a hacer filas para lograr una ficha, la asignación de citas con especialistas tardan mucho, como la entrega de medicamentos, en el caso de la educación tenemos infraestructura deficiente, como sucede en la Universidad Nacional que sufre en la temporada de invierno, del mismo modo, las instituciones educativas públicas, según la Procuraduría para el año 2023, menos del 15% de las instituciones tiene acceso adecuado a servicios públicos.
También en el caso de la alimentación Colombia esta importa 6.1 millones de toneladas maíz, 1.9 de trigo y 1.5 de soya (el libre mercado) o (tratados de libre mercado) en consecuencia, al mediano o pequeño agricultor lo ha llevado a la quiebra al no poder competir con las grandes empresas.
También podemos evidencias que “solo 40% de la población colombiana tiene ingresos altos y medios, mientras el 60% restante corresponde a personas vulnerables a caer en la pobreza, son pobres, o ya lo experimentan, lo dice Sara Ferrer Olivella del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD.
Según el DANE, el 72,9% de los hogares colombianos vive en pobreza o gana ingresos bajos e inestables (menos de $2 millones al mes) y solo el 1,7% de los hogares constituyen la clase alta (ingresos superiores a los $10 millones mensuales).
Según ONU Mujeres, antes de la pandemia, el 33,3% de las mujeres colombianas de entre 15 y 49 años había experimentado violencia física y/o sexual al menos una vez en la vida. Durante la pandemia, este porcentaje aumentó al 63%. La violencia contra personas de identidades de género y orientaciones sexuales diversas es igualmente preocupante: Colombia ocupa el primer puesto en América Latina y el Caribe en homicidios a personas LGBTI+.
El contexto en Colombia permite ver que hay una vulneración de derechos donde estos no se han garantizado, esto impide que no se puede vivir en paz.
La paz significa acceso a una salud integral, educación de calidad, alimentación, a un ambiente sano, a un trabajo, participación política, a la No violencia, la libre expresión, a una identidad y a una vida con dignidad, entre otros derechos, pero principal mente como dicen los jóvenes “si hay paz en el corazón, se vivencia en la acción”